Definición: La Gestión de Activos y Pasivos (ALM por sus siglas en inglés) es un enfoque estratégico que busca equilibrar los activos y los pasivos de una persona o institución. El objetivo es asegurar que las obligaciones (pasivos) se puedan cumplir utilizando los recursos disponibles (activos), minimizando riesgos como las fluctuaciones de las tasas de interés, la falta de liquidez y los desajustes de divisas. En esencia, se trata de optimizar la estabilidad financiera alineando cuidadosamente los activos y los pasivos a lo largo del tiempo.
Aplicación en Finanzas Personales: Para las personas, la ALM ayuda a proteger y preservar el patrimonio, asegurando que las inversiones, ahorros y otros activos estén equilibrados frente a sus deudas u obligaciones financieras. Esto puede incluir la gestión de hipotecas, préstamos personales, ahorros y cuentas de jubilación, para evitar crisis de liquidez y reducir el impacto de los cambios en las tasas de interés. Una gestión efectiva de ALM personal puede proporcionar tranquilidad, asegurando que los pasivos, como los pagos de hipotecas o préstamos, se cumplan sin poner en riesgo los objetivos financieros a largo plazo.
Aplicación en Finanzas Comerciales: En el ámbito comercial o corporativo, la ALM es fundamental para mantener la salud financiera de una empresa. Las empresas utilizan la ALM para asegurarse de tener suficiente liquidez para cubrir los pasivos, como el pago de deudas, nóminas y costos operativos, mientras maximizan los rendimientos de sus activos. Esta estrategia ayuda a las compañías a minimizar riesgos relacionados con desajustes de flujo de caja y fluctuaciones en las tasas de interés, asegurando que permanezcan solventes y financieramente seguras a largo plazo.
